Cuando el motor rugía, no era solo un coche lo que se ponía en marcha, era el caos desatado.
En este relato, hay un eco silencioso, una ausencia que corre entre las palabras como un misterio invisible.
Fíjate bien y encuentra el misterio (...la solución en el primer comentario)
En este relato, hay un eco silencioso, una ausencia que corre entre las palabras como un misterio invisible.
Fíjate bien y encuentra el misterio (...la solución en el primer comentario)
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Todo el relato está escrito por el autor sin utilizar la letra "a".
ResponderEliminarNada más empezar a leer el relato “Siempre que el chofer nuevo puso en movimiento…” me ha parecido que el tiempo del verbo “puso” tenía que cambiar a “ponía”, o bien cambiar “Siempre” por “Cuando”, o eliminar “Siempre que…”
EliminarEs decir: El chofer nuevo puso en movimiento…”
Pero desde luego gran habilidad gramatical e ingenio creativo además del gran contenido simbólico.
El autor parece haberse propuesto un desafío literario: jugar con las limitaciones del lenguaje para demostrar que incluso con restricciones aparentemente insalvables es posible construir una narrativa poderosa y envolvente.
ResponderEliminarAl prescindir de una letra esencial, no sólo exhibe su habilidad técnica, sino que también crea una atmósfera peculiar, casi obsesiva, que refuerza el carácter frenético y compulsivo del protagonista.
De esta manera, la forma del relato se convierte en un reflejo sutil del fondo: un caos contenido por una estructura rigurosa.