Uno de los cuentos más notables de Kafka. Breve, conciso, sin una palabra de más o de menos, revela una finitud exasperante.
En última instancia, como ocurre con todos los textos de Kafka, las posibilidades de interpretación son innumerables, y eso es lo que lo hace intrigante y rico.
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Es posible que el mensaje represente el sentido de la existencia, los secretos del universo y/o todas las preguntas primordiales cuyas respuestas sólo podemos soñar con obtener. También es posible que la historia trate precisamente sobre la dificultad de comunicación entre las personas y sobre cómo la información fundamental a menudo no puede transmitirse correctamente.
ResponderEliminarLos existencialistas creían que el absurdo no reside en la irracionalidad del mundo, sino en la racionalidad del hombre que intenta darle sentido a un universo caótico.
ResponderEliminarLa comunicación no siempre sigue canales directos, y Kafka concluye que, aunque usted, el ciudadano, tal vez nunca reciba el mensaje, soñaría con él y tal vez comprendería lo que el emperador estaba tratando de decirle a través del silencio.
La persona que se supone que recibe el mensaje ha sido incluida en una sola frase, a pesar de que es la parte más importante de la historia, la parte que probablemente representa a todos los que leen esta historia.
ResponderEliminarKafka está personificando el pesimismo al decirnos probablemente que lo que más anhelamos en nuestra vida, el mensaje por el que tanto desesperamos, "nunca, nunca puede suceder".
¿Se trata únicamente de una triste historia que está bellamente presentada...?